13. La leyenda del cempasúchil
La flor de cempasúchil es uno de los elementos del altar de muertos que no debe faltar.
La palabra cempasúchil proviene del
náhuatl cempoalxochitl y significa flor de 20 pétalos. También es conocida como
flor de muertos, debido a que es uno de los símbolos más importantes en el
festejo del Día de Muertos en México.
Una leyenda de la flor de cempasúchil
cuenta que esta flor sirve de guía a las ánimas que nos visitan el 1 y 2 de
noviembre, gracias a su color y su aroma.
Otra leyenda del cempasúchil narra la
historia de su origen. Resulta que en la época
Xóchitl era una bella mujer que vivía en
un valle; su belleza era tal que deslumbró al mismísimo dios del Sol, Tonatiuh.
Todos los días, el dios Sol recorría su
camino en el cielo y pasaba por la casa de la joven, a quien miraba con amor
mientras ellas se peinaba su larga cabellera.
Un día, Tonatiuh decidió adquirir forma
humana para acercarse a su amada. El dios se cubrió con ropa y un sombrero, se
acercó a la joven y la invitó a ver juntos el atardecer.
Xóchitl se enamoró del dios con forma
humana. Y juntos pasaron 20 atardeceres llenos de felicidad, aunque a los
enamorados se les partía el corazón tener que despedirse al amanecer.
Movida por la curiosidad, Xóchitl quiso
saber el origen de su amado, así que una noche, después de despedirse de él, lo
siguió.
Cuando el dios Sol llegó a una colina,
se despojó de sus ropajes y emergió con todo su brillo. El resplandor de
Tonatiuh cegó a Xóchitl, quien huyó asustada y sin rumbo. Al no poder ver,
tropezó y cayó a un barranco, donde perdió la vida.
Tonatiuh descubrió el cuerpo de su
amada, y con dolor lo acarició con sus rayos. La tristeza del dios provocó que
derramara una lágrima, la cual al tocar el cuerpo de Xóchitl la transformó en
una hermosa flor de pétalos amarillos y anaranjados, de color intenso.
Esta flor la conocemos como cempasúchil.
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